Primero:
el sistema es BINOMINAL, osea:
“El Binominal es un sistema proporcional de listas. Si la lista más votada dobla el porcentaje de votos de la segunda con mayores preferencias, son elegidos sus dos candidatos. De lo contrario, se eligen las dos primeras mayorías de las dos listas más votadas. En la práctica, una lista que obtiene el 34% de los votos alcanza la misma representación parlamentaria que una que logra el 66%. Por lo tanto, ambas obtienen el 50% de los escaños.”
Llevándolo a la práctica en un ejemplo histórico, sería algo así:
En la elección de Senadores de 1989. La suma de la Concertación fue de un 61,89% y la suma de la derecha fue de un 32,50%. En esa ocasión fueron electos por la Circunscripción 7, Andrés Zaldivar por la Concertación y Jaime Guzmán por la Alianza. Como ustedes pueden ver en el grafico, Ricardo Lagos obtuvo casi el doble de votos que Jaime Guzmán, pero la suma de Lagos y Zaldivar no fueron el doble de la suma de los votos de Guzmán y Otero, por lo que el mas votado de los últimos dos, fue electo Senador.”
Bueno, la conclusión es que no siempre sale el más botado, tienen que alinearse los astros o algo así para que esto suceda, en la mayoría de los casos hay un candidato de cada coalisión, o sea: se reparten la torta siempre los mismos!!! Algo muy sabido, pero no por eso deja de ser.
Segundo:
Qué sucede con los votos nulos o blancos?
Uno piensa que estos no inciden en el resultado final de la votación y que, en algunos casos, son formas de protesta contra un sistema que no representa a la mayoría.
Puede que sea cierto que no inciden, pero por otro lado, tal vez al no mostrar apoyo por nadie, se está dando sin querer, apoyo al candidato que tiene más preferencia.
Aquí un ejemplo de eso:
Como es habitual, después de una elección de importancia se suele comentar los resultados de la misma y especular sobre sus eventuales consecuencias en los ámbitos cercanos al propio quehacer personal de los interlocutores. Es así como en mi propio círculo de trabajo he podido constatar el atractivo que ejerce la opción de votar nulo. Aunque esta opción es respetable, es curioso que muy pocos de quienes optan por esta alternativa tengan una clara perspectiva de las consecuencias cuantitativas de su voto de nulidad.
¿Por qué votar nulo?
En primer lugar es pertinente indicar que hay dos tipos de votos nulos. Mentras el voto nulo por error ocurre por una equivocación al momento físico de sufragar, el voto nulo por opción ocurre luego de una reflexión e insatisfacción del elector por la oferta política prevalente. Es este segundo tipo de nulidad el que es de interés y que se analizará brevemente a continuación. Aunque esta opción es filosóficamente válida, es importante especificar sus supuestos.
En el caso de nuestra realidad contingente, ni Piñera ni Frei se ajustan al ideario personal y valórico del elector nulo por lo que le resulta irrelevante escoger entre uno u otro. El votante nulo expresa una acción de rechazo completo a la oferta política existente y castiga a ambos candidatos otorgándoles a cada uno una probabilidad de éxito igual a cero. Sin embargo, un simple análisis cuantitativo nos indica que esta opción, en principio neutra, no lo es tal.
Veamos. En la primera ronda Sebastián Piñera alcanzó el 44% de las preferencias válidamente emitidas mientras que Eduardo Frei obtuvo el 29%. Sumando ambos porcentajes tenemos que ambos capturaron un 73% de las preferencias. Si este 73% lo llevamos al 100%, para la segunda vuelta (ya que habrá solo dos candidatos), las posibilidades de Piñera ascienden a un 60% y las de Frei a un 40%.
Suponiendo que los votantes de la primera vuelta son consistentes, es decir, que no cambian su preferencia en el balotaje, cada nuevo voto proveniente de Arrate o Enríquez-Ominami tendría en principio uno de tres efectos: aumentar la posibilidad de éxito de Piñera, aumentar la posibilidad de éxito de Frei, o no contribuir al éxito de ninguno de los dos candidatos, que es la expectativa relativamente ingenua del votante nulo.
Mientras los dos primeros casos son lógicos, hay una falacia en la tercera posibilidad.
Por regla de probabilidades, cada voto nulo dejará de contribuir en un 40% a la votación de Piñera y en un 60% a la votación de Frei, o lo que es lo mismo, mantendrá los porcentajes de las preferencias (60% Piñera y 40% Frei).
Es así como el voto nulo no constituye un rechazo proporcional para ambos candidatos ya que deja de contribuir más a la votación de Frei que a la de Piñera.
El voto nulo castiga desproporcionadamente al candidato de la Concertación y tal vez más importante, mantiene la mayor probabilidad de que Piñera sea el futuro presidente de Chile.
El voto nulo no existe.
Tercero:
Se cuentan los votos nulos y blancos en el conteo final?
La opinión popular dice que sí, y que los votos blancos van al candidato con mayor preferencia.
Sobre esto no he encontrado información, pero encontré esto sobre diferencias en el conteo de votos en distintas elecciones.
http://www.icso.cl/images/documentos/documentostrabajo/Que%20tan%20bien%20contamos%20los%20votos%20en%20Chile.pdf
Fuentes:
http://www.atinachile.cl/content/view/11276/Sistema-Binominal-Gobierno-anuncia-el-envio-del-Proyecto-de-reforma-al-Congreso.html
http://www.frogueros.com/foros/index.php?/topic/35805-a-quien-favorece-el-voto-nulo-en-segunda-vuelta/
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